29 jul 2005

TARDE I

La que sabe disfrazarse de sonámbula
cuando nadie llega a tiempo
La que se inventa excusas que sirvan de excusas
para no llorar y desangrarse
La que regala semblanzas
que no llegan por desordenadas
La que recorre caminos cortos
pero se interna en cada paso
La que un día dejó de decir que sí con el cuerpo
y hoy se queda callada
esperando milagros
La que descubre seres redentores
en esquinas equivocadas
La que se aconseja trivialidades
para no perder la costumbre
La que delata espías
en medio del sueño ajeno
La que borra los límites
para que nadie salga herido
La que practica temores
a la hora de salir de la cama

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Gisela. Los poemas son hermosos. ¿Son del libro? La verdad es que si lo son parecen nuevos. Parecen otros. Me gustaron mucho. El juego de las escondidas de una misma, las contradicciones del amor, las formas de la identidad reinventada todo el tiempo, la sumisa que grita, la mandona que la manda a llorar. Hay mujer allí. Mujer cierta. Están buenas las voces y los ritmos. Seguí. Un beso, Patricia

Anónimo dijo...

no quiero decir cosas. quiero sentirlas. para eso uno lee. que los críticos trabajen en los diarios y las revistas. que nostros nos dejemos llevar por tus palabras.